Tal vez lloró, no lo sé...
Aquel, como los días anteriores, el teléfono sonaría. Ella lo sabía y por la noche, antes de abandonar su habitación, dejó su encargo: Si él llama nuevamente por teléfono, le dices que no insista, que he salido…
Entre la voragine y la inclemencia del tiempo, llego hasta aca para tenerte mas cerca. Es preciso mezclarme con tus huesos, aunque no lleguemos a ser uno. Es tener fiebre mas alla de la temperatura del cuerpo, gritar y no escucharse, llorar lagrimas de arena... Es llamarte teniendo la certeza de que no existes.
2 comentarios:
Aqui estoy,tomáme,mordé mi carne,corroé mi mente,anulá mi espiritu.Me entrego a tu mandato. Ya nada importa, ya nada cambiará este encuentro.Siento alivio.Tanto me esperaste.Tanto tardé.Pero al fin nuestra simbiosis es una realidad.Qué diran?No estaré para enterarme.
Qué dulce dolor y qué triste descanso saber que ya todo terminó.No voy a volver,pero no añoro sus ojos, porque estoy sintiendo tu abrazo.Al fin el fin.
Ella es como yo, ama el mar...
lo vé como lo único que , a pesar de que para el común de la gente es algo muy mormal y cotidano, la mantiene insólita,entretenida,sorprendda...
qué sería de mí sin el mar?
si no pudiera verlo, sentirlo, ahogarme en él...
si sonara el teléfono yo le diría a todos que muero si no lo atiendo.
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