lunes, 4 de febrero de 2008

Voy a dormir...

Se fue asi, sin mas. No esperó hasta mas tarde. Tantas veces habría dicho frente a su ventana "...Mar, yo soñaba ser como tu eres", tantas veces habría sentido sobre su carne El dulce daño. Con paso firme se dirigió hacia el, deseaba el encuentro. Cuando los últimos momentos, entendió todo... no volvería jamas.

Tal vez lloró, no lo sé...
Aquel, como los días anteriores, el teléfono sonaría. Ella lo sabía y por la noche, antes de abandonar su habitación, dejó su encargo: Si él llama nuevamente por teléfono, le dices que no insista, que he salido…

2 comentarios:

moni dijo...

Aqui estoy,tomáme,mordé mi carne,corroé mi mente,anulá mi espiritu.Me entrego a tu mandato. Ya nada importa, ya nada cambiará este encuentro.Siento alivio.Tanto me esperaste.Tanto tardé.Pero al fin nuestra simbiosis es una realidad.Qué diran?No estaré para enterarme.

Qué dulce dolor y qué triste descanso saber que ya todo terminó.No voy a volver,pero no añoro sus ojos, porque estoy sintiendo tu abrazo.Al fin el fin.

Caro Moreno dijo...

Ella es como yo, ama el mar...
lo vé como lo único que , a pesar de que para el común de la gente es algo muy mormal y cotidano, la mantiene insólita,entretenida,sorprendda...
qué sería de mí sin el mar?
si no pudiera verlo, sentirlo, ahogarme en él...

si sonara el teléfono yo le diría a todos que muero si no lo atiendo.