sábado, 13 de marzo de 2010

Alma fragore


Callaré si te descuidas...
Y he de pulir cualquier centimetro imposible
de orgullo destruido.
Marcaré el torso desnudo que hoy muestras,
con el timido aliento de estos versos.
Soy el blanco que descubre las trampas de tus ojos,
el frio de tus dedos...
Serás la sangre que abandona el cuerpo.
Las palabras que no saben donde van,
cuando ignoran que decir.