sábado, 13 de marzo de 2010

Alma fragore


Callaré si te descuidas...
Y he de pulir cualquier centimetro imposible
de orgullo destruido.
Marcaré el torso desnudo que hoy muestras,
con el timido aliento de estos versos.
Soy el blanco que descubre las trampas de tus ojos,
el frio de tus dedos...
Serás la sangre que abandona el cuerpo.
Las palabras que no saben donde van,
cuando ignoran que decir.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si no existieran las despedidas , tampoco existirìan estos versos.

juano dijo...

Y en buena hora. Hay despedidas que valen la pena. Tienen la virtud de volverse eternas. Tambien algunos versos.

Oooooooohri dijo...

No me gustan las despedidas y no se si pueden valer la pena^^

Aparte, tu entrada me inspira contemplación muda, pero casi alegre. No despedida.
Un abrazo de todos modos. =)

Oooooooohri dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
juano dijo...

gustar puede que no gusten, estoy de acuerdo, ori... Pero tengo encima algunas despedidas que valieron mucho la pena. De todas formas... el tema salio porque alguien hablo de eso... y yo la segui. En fin, saludos!!