Entre la voragine y la inclemencia del tiempo, llego hasta aca para tenerte mas cerca. Es preciso mezclarme con tus huesos, aunque no lleguemos a ser uno. Es tener fiebre mas alla de la temperatura del cuerpo, gritar y no escucharse, llorar lagrimas de arena... Es llamarte teniendo la certeza de que no existes.
miércoles, 23 de enero de 2008
Del pasado
No debe ser nada... Alguna cuota sin pagar de la memoria. Cinco o seis recuerdos vagos, como mucho. No me enrosco... Al fin y al cabo, nunca tuve la certeza de haber sido ese niño.
No sé si es lo mejor, pero de algo estoy convencida: no me importa ya. Antes hubiera dado todo por conocer la verdad, ahora me da lo mismo. Antes no podía encontrar la salida del laberinto, ahora no me importa estar perdida entre tanto césped. Ya hasta te diría que me gusta.
tal vez sea mejor vivir del presente y soñar con el futuro, aun que el pasado es una pesada carga que no podamos dejar de lado... y esa carga nos modifica nuestro presente y nuestro porvenir. Saludos, buen blog.
Cuando la memoria me pasa facturas y algunos recuerdos danzan una ronda, descubro que a veces me gusta haber sido la niña que fui, pero otras el desgarro y la impotencia de no poder escapar del dolor me transforman en un ovillito pequeño y desordenado y una lágrima despintada corre apresurada por una mejilla que ya empieza a marchitarse.Pero un rayito de sol me dice que todavia tengo tiempo para seguir jugando a la mancha o a la rayuela, asi que me voy dando saltitos.Ya está ,ya me olvidé
5 comentarios:
Algunos no viven de recuerdos.
Otros sí.
Che, ¿la nostalgia es buena?
No sé si es lo mejor, pero de algo estoy convencida: no me importa ya. Antes hubiera dado todo por conocer la verdad, ahora me da lo mismo. Antes no podía encontrar la salida del laberinto, ahora no me importa estar perdida entre tanto césped. Ya hasta te diría que me gusta.
tal vez sea mejor vivir del presente y soñar con el futuro, aun que el pasado es una pesada carga que no podamos dejar de lado... y esa carga nos modifica nuestro presente y nuestro porvenir. Saludos, buen blog.
Cuando la memoria me pasa facturas y algunos recuerdos danzan una ronda, descubro que a veces me gusta haber sido la niña que fui, pero otras el desgarro y la impotencia de no poder escapar del dolor me transforman en un ovillito pequeño y desordenado y una lágrima despintada corre apresurada por una mejilla que ya empieza a marchitarse.Pero un rayito de sol me dice que todavia tengo tiempo para seguir jugando a la mancha o a la rayuela, asi que me voy dando saltitos.Ya está ,ya me olvidé
Insisto en querer creer que fui esa niña... que aún lo soy desde alguna parte.
Muy lindo, persona graciosa amante d venezolaneidades.
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