Apreto sus huesos,
giró su cabeza,
despues de levantarlo y
soltarlo desde la altura,
una y otra vez.
Sin mirarlo.
Sin importarle, ni sentirlo.
Le dio de comer de su mano,
practicó infiernos en su carne.
Lo obligó a pedir piedad,
una y otra vez...
A arrodillarse sobre las espinas.
Se alejo diciendo:
No vas a tener nada mejor que yo.
Nunca.
4 comentarios:
me recuerda situaciones vividas...como victima, lamentablemente. Dificil generalmente aceptar que la salida de escape esta abierta y cerca, pero nos da mas miedo tomarla y ver que hay del otro lado, que seguir siendo mansillados.
Te quiero, cuñado.
Natalia
Qué bien, chabón.
No sabría qué aportar.
upaaa! es muy dificil opinar o aportar algo a lo q escribiste.. mas para una persona como yo q no sabe escribir absolutamente nada...
es como que lo lei y se te pone la piel de gallina..
todo lo que venis escribiendo.. uno lo ve como uhhhh los siete pecados capitales... como algo lejano y en realidad es tan cercano, no se si se entiende lo que quise decir pero bueno...
en fin!
no te podes quejar...
te amoo muchooo!!
luu!
Pasaba por acá como diciendo:
-Pasá por allá, por EL ÍNFIMO.
Un bestio...
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