miércoles, 15 de octubre de 2008

Almita


La lluvia bajó del cielo su figura,

materializada en canto y arte.

En partituras de revolución,

en versos que la nombran.

En insólito río de cabellos al aire.

Su espalda a la luz de la luna

desviste y desgarra las ganas.

Detras de la ropa, el insitinto aguarda

para cubrirla.

Sus manos moldean delirios,

barros de hombre.

Su risa se clava en las paredes de mi cuerpo,

mutilandolo

y dejando sangrar el sueño,

cuando sus ojos,

inundados de mar calmo, me miran...

y me cuentan historias para dormir.




3 comentarios:

Caro Moreno dijo...

guau, este poema está muy bueno!!!!!!!!!! muy lindo...
te mando un abrazo!
yo, la marea.

N. dijo...

Esta mujer propone que salte y me estrelle, contra un muro de piedras que alza en el cielo y como combustible me llena de anhelos, de besos sin promesa y sentencias sin leyes.

Esta mujer propone un pacto que selle la tierra con el viento, la luz con la sombra. Invoca los misterios del tiempo y me nombra.

Sólo para verle,
sólo para amarle,
sólo para serle,
sólo y no olvidarle.

Nu, tu amiga anormalita.

Anónimo dijo...

me encanta.Lo escrito...y la figura, muy Daliniana.
¨La unica diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco¨
TU cuñada Natalia-
Besote